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Nací en Zaragoza en 1964. Desde muy pequeño me fascinó la música. En casa siempre se oía música, desde clásica, zarzuela, canción española o lo que pusieran en la radio en aquellos años. 

Con 12 años descubrí la emisora que teníamos de la base americana, era como estar en Estados Unidos, locutores americanos con la música actual que se ponía en USA. Entre finales de los 70 y en los 80 fue el boom del AOR (Rock Orientado a Adultos) y me gustó mucho. Bandas como Boston o Foreigner me influenciaron mucho, buenas melodías vocales con un sonido limpio, guitarras acústicas y a la vez unas potentes guitarras rítmicas y solistas acompañadas de unos buenos teclados.

Por mi cuenta descubrí la música de sintetizadores (Tangerine Dream, Vangelis, Jean Michelle Jarre) y las canciones de The Beatles.

Al poco de comenzar a escuchar las canciones de Beatles me di cuenta de que las que más me gustaban eran las de Rock & Roll, la guitarra comenzó a atraerme cada vez más, ya que un teclado, piano o sintetizador era algo inalcanzable por el precio; sin embargo una guitarra española era algo posible.

Un día me grabaron en cinta el "Made In Japan" de Deep PurpleEso fué un antes y un después. Ese disco me impactó, y hoy en día me sigue causando la misma sensación. Las partes instrumentales impresionantes, la fuerza del directo, canciones que en estudio duraban 5 minutos se convertían en 12 minutos en directo, no podía dejar de oirlas, lo tenían todo, voz, solo de batería, solo de teclado, solo de guitarra etc. Ese disco marcó y nos enseñó la manera de hacer un disco en directo para toda los músicos que vinieron después.

En el año 1978 (para mí uno de los mejores en toda la historia del Rock) descubrí a Nazareth y a Ted Nugent, de los primeros aprendí y escuché la cantidad de guitarras con sonidos diferentes que era capaz de grabar en una canción el guitarrista. Del segundo me impacto su energía, el feeling  y la fuerza e intensidad de las guitarras.

Un día pude escuchar el "Tubular Bells" de Mike Oldfield. Y pasó lo mismo que con los Purple, no podía dejar de oirlo una y otra vez. Me preguntaba como una sola persona había sido capaz de grabar el solo todos esos instrumentos, como era capaz de saber cuando venía un cambio, en que orden meter las cosas, y luego hacer que sonase todo tan bien. Yo tenía que intentar hacer lo mismo.

 

Poco a poco me fui enganchando al rock duro y el heavy metal. Comenzé a aprender a tocar la guitarra con un método, luego empezé a leer revistas americanas como la Guitar Player, practicaba unas 2 ó 3 horas al día y los fines de semana unas 8. Enseguida empezé a tener la inquietud de componer y tuve la necesidad de grabarme.

Gracias a eso comencé a introducirme en el apasionante mundo del audio. Al grabarte te das cuenta de tus propios fallos, con lo que poco a poco intentas corregirte, y te empiezas a dar cuenta de los ruidos, ya que no suena para nada como estás acostumbrado a oir en un disco de verdad.

Empiezas a estudiar y te das cuenta que para cada ruido hace falta un determinado aparato para subsanarlo.

Poco a poco vas incorporando más y más aparatitos (pedales) a tu equipo para intentar conseguir ese sonido que llevas en la cabeza.

Después de unos cuantos años en los que ya me movía con soltura por la guitarra y tenía un sonido razonablemente aceptable, empezé a relaccionarme con otros músicos  de Zaragoza, empezé a practicar con algunos.

Pasado un tiempo, me di cuenta de que tenía la sensación de no avanzar más. Fue el momento de tomar unas clases extra de guitarra y música. Entré en el Taller de Rock , en el Centro Civico Delicias. Allí aprendí teoría y una buena base que me ha servido para el resto de mi vida, y poder seguir avanzando al tener lo fundamental claro.

Actué con el grupo que se formó en varias ocasiones, (como la foto de la derecha en el Centro Civico), siendo una experiencia muy satisfactoria. Fueron unas actuaciones con un repertorio de versiones famosas que tuvieron muy buena acogida.

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